viernes, 17 de octubre de 2008

CUADERNO DE FONTILLES de Vicente Sorribes

Grupo Paleolab os recomienda la lectura del libro CUADERNO DE FONTILLES (2008) del galeno valenciano Vicente Sorribes (Editado por Ruzafashow, Valencia).

Breve pero sobrecogedor es el Cuaderno de Fontilles de Vicente Sorribes Santamaría. Se trata de la edición de un dietario firmado por un joven médico valenciano, un manuscrito que abarca el corto espacio de tiempo que va desde el 3 de julio hasta el 6 de septiembre de 1943. Es el diario íntimo, personal, angustiado, exasperado que el galeno lleva mientras cumple con su destino en el Sanatorio de San Francisco de Borja para Leprosos, situado en Fontilles (Alacant). Aquella estancia en el sanatorio pronto le descubrirán al joven médico la irracionalidad de la guerra, será conducido a un sanatorio-prisión sórdido, miserable, del que saldrá abandonándose a la incredulidad, evacuando sus pruritos morales. Sorribes se duele crecientemente, avanza a tientas, contempla la podredumbre de la carne, el despedazamiento, y detalla sin novelería alguna la repugnancia que la patología le produce, la hostilidad que le rodea. No hace metáfora de la posguerra. La leprosería no es un microcosmos de algo mayor, no. El lugar es el infierno particular, sin exageraciones literarias ni proyecciones exteriores. El documento se nos muestra como testimonio de una experiencia irrepetible que ha de enunciarse para ser soportada. El dietario es un género con normas particulares: entradas breves escritas, anotaciones cronológicamente ordenadas con información e impresión, con datos y sentido, con descripción y moraleja, tal vez; minucias personales y profesionales, una enumeración de lo que pasa. ¿De lo que pasa? En realidad, en el diario, como en cualquier testimonio escrito, es más importante lo que no se dice: o bien porque el autor se censura, se reprime, temeroso de sí mismo, de lo que sería capaz de expresar, de desear, de criticar si no se contuviera; o bien porque el escritor juzga ciertas cosas como evidentes. Un duro relato pero una delicia de lectura histórico-médica.